Selecciones de fútbol con colores que no son los de su bandera (y el porqué)
En los comienzos del fútbol internacional los equipos nacionales usaban la camiseta que podían conseguir. Podía ser la de algún club, algún uniforme liso sin referencia a nada o una vestimenta con motivos prácticos, como la ropa negra que vistió el primer equipo de rugby neozelandés que fue de gira a las Islas Británicas, porque era más fácil de lavar en un viaje tan largo.
Incluso, en las primeras décadas del siglo XX era frecuente que usaran distintos modelos de camisetas sin preocuparse demasiado por adoptar a uno como definitivo. Con el tiempo, la mayoría fueron adaptando sus colores a las banderas nacionales, para facilitar la identificación.
Sin embargo, llegaron hasta nuestro tiempo camisetas de selecciones con colores que no se corresponden con los de las banderas, pero que sí tienen un trasfondo histórico. Veamos.
Países Bajos
Recordemos que Holanda es sólo una región, dividida en las actuales provincias de Holanda Septentrional y Holanda Meridional. El nombre del país es Reino de los Países Bajos. En general los mismos neerlandeses (tal el gentilicio nacional) no le dan mucha importancia al término pero hace un tiempo que el gobierno viene promoviendo que se deje de usar Holanda para hablar del país.
Tras ese pequeño preámbulo, dejemos claro que el naranja es el color nacional del país. De hecho, durante mucho tiempo la bandera estaba formada por tres franjas horizontales: naranja, blanco y celeste. En el siglo XVII se fue cambiando por rojo, blanco y azul, porque los colores originales eran poco visibles en un barco en altamar. También hay versiones que atribuyen el cambio a la influencia francesa.
El color viene del escudo de armas de Guillermo de Orange-Nassau, el tipo que fue una especie de San Martín para los neerlandeses en su independencia de España. Le decían “el Taciturno”, uno de los mejores epítetos de la historia.
Hoy, es el color de la Casa Real de Orange-Nassau, a la que pertenece nuestra coterránea Máxima. Más allá de no estar en la bandera, el naranja identifica a los Países Bajos en todos los órdenes y se puede ver en cualquier celebración nacional y en todas las selecciones.
El nacionalismo neerlandés y Guillermo de Orange también tienen que ver con el color de las zanahorias que comemos hoy en día, pero eso será para otra publicación.
Alemania
La selección teutona viste de blanco y negro y tiene al águila como símbolo a modo de herencia de la bandera del Reino de Prusia.
Prusia fue un estado que ocupaba más o menos el noreste de la actual Alemania, y fue el principal impulsor de la formación del estado alemán unificado en el siglo XIX.
Es que hasta 1871, lo que hoy es Alemania era un rejunte de principados, reinos, ducados y cosas así hasta que todos se unieron en el Imperio Alemán, con Otto von Bismarck (prusiano y con bigotes) como figura fuerte.
La bandera de este Imperio Alemán era negra, blanca y roja en tres franjas horizontales. Recién en 1919, con la caída del Imperio y la constitución de la República de Weimar, adoptarían como emblema nacional a la que conocemos hoy, la negra, roja y amarilla. Claro, hubo un pequeño paréntesis entre 1935 y 1945, cuando la enseña fue roja con la cruz esvástica.
Venezuela
¿Por qué se viste de “vino tinto”? Hay algunas teorías y pocas certezas.
Una, fácilmente refutable, dice que es el color que se obtiene al mezclar los tres de la bandera venezolana.
Otra explica que para un torneo allá a principios del siglo XX, el equipo se había olvidado los uniformes, entonces la Guardia Nacional, que viste de vino tinto, les prestó los suyos.
Ah, y hay quien dice que fue para diferenciarse de las camisetas de los vecinos Colombia y Ecuador. Puede ser, pero yo me quedo con la de la Guardia Nacional.
Italia
Une un poco los casos de Alemania y Países Bajos. Desde la década de 1920 la selección italiana viste de azul, que es el color de la Casa de Saboya, dueña del trono de Italia desde 1861.
Claro, Italia también es un país joven. El proceso de unificación del país duró desde 1848 hasta 1870, congregando a distintos reinos, ducados y a los Estados Pontificios bajo la corona de Saboya, que originalmente mandaba en el Reino de Piamonte-Cerdeña.
En los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 y el Mundial de Francia 1938, la Nazionale usó camisas negras, como las “milicias de seguridad” de Mussolini.
Aunque Italia dejó de ser un reino en 1946 para, referéndum mediante, convertirse en república, la maglia azzurra se mantuvo firme para vestir no sólo a la selección de fútbol sino también de muchos otros deportes.
Australia
Ya a fines del siglo XIX el equipo australiano de cricket se identificaba con una gorra verde y amarilla, pero el motivo se perdió en el tiempo.
A los pocos años, el resto de los equipos deportivos nacionales adoptaron los colores, que más tarde fueron asociados a la flor nacional: la acacia dorada. La selección de fútbol los usó por primera vez en 1924. Antes de eso, vestía de celeste y bordó, los colores de los estados de Nueva Gales del Sur y Queensland, respectivamente.
Cada tanto surgen debates en el país en torno a cambiar la bandera, para sacarle el sesgo colonial de que contenga a la enseña británica. Entre las nuevas banderas que se proponen, siempre hay alguna verde y amarilla.
Japón
No hay acuerdo general en esto. Una de las explicaciones más utilizadas es que se debe al uniforme de la Universidad Imperial de Tokio, que representaba al país en los primeros torneos internacionales.
Después, surgieron otras versiones más poéticas que verídicas como “azul por el cielo y el océano” y bla bla. Hay quien dice que simplemente se usó un color oscuro para que hiciera contraste y se viera mejor la bandera en el pecho. Mucho no me convence…